miércoles, 31 de marzo de 2010

Testimonio de una Causa Política.

Cuando la diosa justicia con su velo de misteriosa ecuanimidad se aposenta en nuestra conciencia, no hay manera de que huyamos de su presencia porque entonces el castigo cae sobre uno como ultraje por haber callado. Y los hombres tienen una dignidad que va pareja con su modo de ser y actuar. Pues es su dignidad lo que está en juego, aunque indudablemente hay muchos que la han perdido.

El transfuguismo corroe a los dirigentes y candidatos hoy en día, como en aquel caudillismo del siglo pasado, donde tan fácil era pasar de bolos a colúes, o del partido azul al rojo y viceversa. Nada tan rotundamente ha cambiado en estos momentos en la política vernácula, se impone el cambio de “chaqueta” como pasar de una página a otra en un santiamén. Los valores se han quemado como soporte del ser, y la globalización sigue su curso para honra del gran negocio del capitalismo. “Todo se compra y se vende”, dice el cantor español. Los principios hoy son ruinas en el basurero de la política y ningún Partido escapa a esta espúrea realidad: tanto en PLD, PRD y otros partidos.

La gente se pregunta, qué es lo que ha pasado. Nadie respeta los valores que determinadas personas exhiben en su vida y funciones de trabajo. Y todavía más, echan por la borda la hoja de servicios y estudios de los que han dedicado mucho tiempo a esos menesteres, si algo tienen que reconocer lo hacen de manera verbal y retórica, pero achacan la no escogencia de candidatos idóneos, a la coyuntura política en el supuesto juego de negociar para “ganar”. De suerte que no hay paramientes en seleccionar un abusador de menores, una inepta, un corrupto o un haragán que sólo vive de la entrega partidaria, porque no tiene otro espacio en la sociedad.

Soy testimonio viviente de algo que ya me asqueaba hasta los tuétanos y no podía dejar de expresarlo por bien de mi País y las generaciones futuras, a modo de testimonio que como quiera conocen todos ustedes. Y sabrán que he dedicado mi vida a la Academia y a la política perredista, con unos 40 años de ejercicio en ambas direcciones, hasta perteneciendo a la Comisión Política , al CEN del PRD y a la SERIN (Relaciones Internacionales). Al final seleccionan a los más allegados y sonoros publicitados, sin tomar en cuentas los perfiles para las responsabilidades que han de encajar en un puesto. Eso es imposible hacerlo y quien protesta, entonces viene la respuesta justificadora e hipócrita de los sofistas de nuevo cuño que permean a los Partidos y medran bajo su sombra, tal los alacranes en el basurero del quehacer político innoble.-

De mi interior indetenible brota cual volcán incandescente la furia contenida en segmentos del pueblo sobre esta dramática realidad, que todos comentan y ahora avivada por los escándalos de narcotráfico, sin poder arreglar la carga de la decencia y ecuanimidad en los asuntos públicos y privados. A tal punto, que a voces pregona la gente que “todo se ha perdido”, cuando de verdad hay tantos ciudadanos talentosos y honestos, desde luego alegrándonos cuando aparecen unos pocos en la lista de los Partidos para terciar por un escaño. Y esto, para evitar la crítica mordaz de personas sensatas y aprovecharse así de sus bondades personales, convertidas en votos.

En el caso nuestro, y lo digo con todo decoro y responsabilidad, aspiré al Parlacén, que es el Parlamento Centroamericano con Sede en Guatemala, enviando una carta al Presidente Miguel Vargas al través de Doña Peggy para ser sometido al organismo de rigor y todavía , mire usted, si recibió respuesta. Al contrario se seleccionaron los nominados que menos perfiles presentan para ese cargo, de naturaleza internacional y de cooperación en los procesos de integración. Vean algunos elementos de mi perfil, y perdonen la inmodestia; Doctorando en Cooperación Internacional, Post-grado en Relaciones Internacionales y Diplomacia, Maestría en Filosofía y metodología (UNAM), Diplomado en Integración Centroamericana (Guatemala), Parlamentario (un año),

Embajador en Panamá y Ecuador, Coordinador del Post-grado en Diplomacia de la UASD y más de 35 años en servicio académico, pero nada de eso vale, sino el cabildeo y la lisonja. En eso se ha convertido nuestra política, que hay que rescatar.

Sin embargo, es en todos los estamentos partidarios que en definitiva se ha entronizado la codicia y la indecencia, habiendo ciudadanos que trabajan muy honestamente y con mucha eficiencia, aunque en niveles sin grandes oportunidades de dirección en la cosa pública. Nada justifica el transfuguismo, como adefesio de un desvarío egoísta que pone al postulante como protagonista de un “vende y se compra”, mal ejemplo que asombra a los jóvenes que suponemos nos imitan.

Seguiré trotando en el mundo académico que me arropó por varias décadas y escribiendo mi tesis Doctoral, porque en definitiva eso es lo que queda y las páginas del talento no las queman ni siquiera el andar de la historia. Por eso, ahí están las páginas a Don Rodrigo en la pluma de su hijo Jorge Manrique durante la Edad Media, cantando en coplas gloriosas al gran Maestre: “como se viene la vida, como se viene la muerte, tan callado”, y “nuestra vida son dos ríos, que van a parar a la mar, que es el morir”.-

21 de marzo del 2010,

Santo Domingo.